Color de Rosa

En las relaciones siempre hay un momento en el que todo es "Color de Rosa". Todo es lindo, positivo, maravilloso y feliz. Yo me pregunto qué es lo que mantiene vivo y radiante el color rosa? Idealmente ese momento se prolonga por meses y meses... otras veces dura muy poco y rápido empiezan los problemas. Triste. Pero si se prolonga, es espectacular, un idilio... una maravilla.

Cuando se desvanece el color rosa viene una etapa donde se viven momentos buenos y malos, donde se conocen el uno al otro, donde se aprende a vivir en pareja, a compartir, a dar y a recibir, donde se asimilan lecciones y muchas otras cosas. En esta etapa se define si la relación "va para algún lado", si vale la pena seguir juntos, si se está disfrutando o si por el contrario, la relación debe llegar a un final. Aunque creo que las relaciones siempre tendrán momentos difíciles, lo que sugiere que el color rosa no podrá ser perpetuo, de ellos se aprende y ellos ayudan a que la relación sea rosa en el fondo.

Pareciera que tengo claro todo esto, pero la verdad es que tengo varios interrogantes. Uno: es el color rosa una etapa o podría estar siempre ahí, también en la etapa donde se aprende y se crece en la relación, o debe opacarse para que esa segunda etapa pueda tener lugar? Dos: en qué consiste el color rosa? Es un sentimiento (de enamoramiento y perfección) o es un punto de vista, donde uno ve que las cosas están avanzando por el buen camino y que puede haber un final feliz? Tres: el color rosa puede ir y venir o si se acaba no vuelve más?

Para desilusión de mis lectores, no creo tener las respuestas y por eso este post, así que dejaré las preguntas abiertas. Pero para divagar sobre el tema parto de una cuestión base: cuál es el propósito de estar en una relación? Pienso que es inevitable, todos queremos compartir nuestras vidas con alguien. Y hay algo todavía más básico: es nuestra naturaleza y punto. Somos seres sociales. Pero hay muchas cosas detrás de esto porque buscamos algo a cambio. Buscamos compañía y cariño, principalmente. Aunque buscamos otras cosas por añadidura: como que haya alguien en el mundo que se preocupe por nosotros a parte de nuestra familia, buscamos comprensión, buscamos conocer el mundo de otra persona y que alguien conozca el nuestro, buscamos diversión, buscamos buenos momentos...

El primer elemento para que una relación funcione es el mutuo interés por estar juntos. Sea porque se gustan simplemente, y ahí está el furor del famoso color de rosa; o porque ya se quieren, eso viene más adelante. Un segundo elemento es aprender a descifrar a la otra persona. Entender cómo "funciona" y creo que es una de las tareas más difíciles. El punto es tratar de averiguar cómo piensa y cómo siente. Y esto para qué? Nos pasamos el tiempo preguntándonos cómo siente y piensa la otra persona y tal vez no lo averigüemos nunca, tal vez lleguemos a saberlo algún día y después.. qué sigue? Uno busca comprender a esa persona, darle lo que busca, complementarla... ese es el punto no? Tal vez sólo queremos saberlo para decidir si podríamos quererla y si seríamos felices al lado de esa persona...

Para descifrar a alguien es indispensable un ingrediente que no es muy fácil de conseguir. La comunicación fluida e ininterrumpida. Es un detonante de la explosión (para que las cosas no funcionen) o un catalizador de la evolución de una relación. Hasta donde yo sé nadie tiene la capacidad de leer mentes todavía, así que el único recurso que tenemos por ahora es el de la comunicación. La explosión puede darse porque alguno (o los dos) es muy difícil de descifrar, ya sea porque no se quiere dejar conocer (por miedo, por protección, por precaución) o simplemente porque no sabe cómo darse a conocer. En todo caso forzar a alguien a comunicar es prácticamente imposible. Si las cosas no fluyen con naturalidad, posiblemente lo mejor sería... como dicen por ahí "apague y vámonos". Por el otro lado, la evolución se dará, si y sólo si, la comunicación va en doble vía. Ojalá pudiéramos ir a la tienda de la esquina a comprar un poco de comunicación, como si fuera un poco de disolvente para diluir el óleo que se seca en la pintura color rosa.

La cosa es que hay miles de circunstancias que afectan las relaciones (de una manera u otra, positivamente o no). Y eso es lo que las hace tan interesantes, pero a veces tan difíciles. Especialmente en la etapa del principio porque se está jugando un juego sin reglas claras, que cada uno lo juega como puede, con o sin experiencia. Juego en el que la mayoría de las veces nos metemos sin querer (sin haberlo buscado), otras veces sabiendo lo riesgoso que es, conociendo las posibles consecuencias... otras veces nos metemos pensando que no importa el resultado, con tal de disfrutar. Y otras, convencidos que todo es y será color de rosa. Es natural que haya dificultades al principio y las hay principalmente porque las personas no se conocen. Simplemente. Lo desconocido siempre asusta, siempre es más difícil de llevar, pero es más interesante, enriquecedor y es lo que nos mantiene vivos al fin y al cabo. Si lo conociéramos todo qué haríamos aquí?

Es más interesante, sí. Pero no sabemos hasta dónde podemos jugar ese juego, sin hacernos daño... Dónde dónde dónde está el límite? Unos dicen que cuando se quiere se lucha hasta el cansancio.. otros dicen que cuando las cosas son complicadas lo mejor es alejarse por el bien propio... Cómo saber qué hacer y cuándo? Aceptamos los problemas como algo natural y renunciamos o buscamos incansablemente el color de rosa?

Sonreír es crecer

Una sonrisa lo cambia todo. Definitivamente, lo cambia TODO. Este tema me vino a la cabeza porque últimamente he estado pensando en lo que se le puede convertir a uno la vida si deja de sonreír.

La vida es increíble y a medida que uno va viviendo, va aprendiendo cómo es que funciona esto. Le da a unos y a otros oportunidades disfrazadas de cosas buenas o de cosas malas, pero creo que siempre son oportunidades. Entonces, mientras unos viven bien y contentos, otros tienen problemas. Después les llegará el turno difícil a los que antes vivían bien y viceversa... pero en general todos tenemos momentos dulces y amargos en los diferentes factores de la vida: la salud, el amor, el trabajo, la familia, los amigos, etc...

A unos les toca una vida fácil y a otros no tan fácil. Siempre he admirado a la gente que tiene dificultades mayores, pero que no se dejan aplacar, sino que en cambio salen adelante y aún empujan a los otros. Es como si les saliera una fuerza invisible, que les llega de no sé dónde, para vivir y la mayoría de las veces logran cosas increíbles. Es una característica propia del "héroe"... que tuvo una niñez difícil y a partir de ahí quiso quiso ayudar a los demás para que no les pasara lo mismo y fue un gran líder. Esa historia se repite millones de veces a través de la historia. Y se sigue repitiendo. Admiro a las personas que han tenido que luchar por sus cosas desde pequeños, al final la vida no les da tan duro, porque tienen una fortaleza inmensa. Y si algo los afecta, lo superan. Tal vez sean frágiles en el interior, pero muy en el fondo. Para ellos esos momentos difíciles fueron oportunidades disfrazadas que los hicieron más fuertes. Y a aquellos que les tocó fácil, tuvieron suerte de tener esas puertas que se les abrieron en su camino.

En ese ir y venir de momentos "buenos" y "malos" (en resumidas cuentas, esa es la vida!) uno aprende de sí mismo. Los buenos son más fáciles de vivir, simplemente se disfrutan (en algunos casos la persona está tan concentrada esperando algo más, que los momentos buenos se le pasan por delante y ni cuenta se da... ese caso es triste y hay muchos). Pero ese aprendizaje se da sobretodo en los "malos", porque se da cuenta de qué tan recursivo es... es como sacar en el campo de batalla todas las armas que uno tiene: la paciencia, la fortaleza, el aguante, la madurez, el querer salir adelante, el amor por la familia, el amor por sí mismo, el amor por la vida. Y como dice U2, "you've got stuck in a moment and you can't get out of it"... Uno siente que el mundo se le derrumba, que no hay salida, que está atrapado y no sabe por dónde empezar a escalar, en quien apoyarse... pero siempre, siempre, como dice el dicho "después de la tormenta llega la calma". Lo que pasa es que es cuestión de aguantar y no dejarse aplastar por la idea de que no hay solución, es cuestión de sacar fuerzas de donde sea necesario para seguir empujando hacia arriba.

Hay algo que hace una gran diferencia y es el poder sonreír tanto en los buenos momentos como en los malos. Y es una misión difícil. He visto personas viviendo con enfermedades como el cáncer que son capaces de sonreírle a la vida. No porque finjan no sufrir, sino porque son capaces de no sufrir en medio de la enfermedad... Y uno con cualquier problemita pone cara larga. He visto también personas que lo tienen todo y se dejan llevar hasta la depresión... es muy triste. Hay momentos duros, raros, de inestabilidad que nos agobian, pero la táctica es, no dejar de sonreír. Creo que con una sonrisa no sólo atrae cosas positivas, sino que uno mismo se siente mejor. Tal vez porque empiece a recibir buenas energías o porque el cuerpo al sonreír emane algún tipo de sustancia en sus células, las cuales le trasmiten sensaciones de alivio al cerebro y por lo tanto las neuronas empiezan a funcionar mejor y a emitir soluciones!! Ufffffff con esta explicación científica no podemos parar de sonreír entonces!!! Obviamente esto no es serio... pero sí creo en el emanar vibraciones, trasmitirlas a los demás y estar apto para recibir una respuesta y poder encontrar soluciones a sus problemas...

Para concluir y no alargar más este cuento, creo en las sonrisas y en lo diferente que es la vida cuando las personas sonríen. Creo que cada uno tiene esa doble fase, cuando sonríe y cuando no. Aunque esté hablando de cosas serias, puede tener una medio sonrisa en la cara y todo es diferente y no por eso la gente lo dejará de tomar en serio. Pienso que es cuestión de madurez y autocontrol. Aunque suente raro eso, lo creo así, porque póngase a pensar cuántas veces en medio de un problema ha sido capaz de sonreír?

El mito de ser y querer ser

Hoy me siento a escribir sin tener un tema en mente... esto no lo hago muy a menudo, porque prefiero sentarme con un motivo, pensar sobre el tema y plasmar aquí todo lo que tenga que decir al respecto... pero hoy no es así. Hoy quise escribir sin razón, quise poner en este espacio algo de lo que soy. Simplemente. Soy alguien que sueña, que disfruta la vida, que le gusta la música, el cine, los libros... Que le encanta tener amigos, estar ahí para ellos, contar con ellos, quererlos como a una familia. Alguien que le gusta viajar y hablar idiomas diferentes. Alguien que piensa demasiado en cómo mejorar, en qué hacer para ser feliz... alguien con dudas y cuestionamientos. Alguien que se quiere a sí mismo, pero que se critica y se presiona mucho. Alguien que ama a su familia como a nada en el mundo y que la lleva en el corazón a donde quiera que vaya. Alguien que cree no enamorarse fácilmente. Alguien que prefiere el control que el descontrol. Que le gusta ponerse retos, grandes y pequeños. Que le gusta demostrarse a sí misma y a los demás de lo que es capaz. Alguien que duda de sus capacidades pero que en el fondo de su corazón confía y tiene fé sobre lo bueno que la vida le depara. Alguien que daría todo por conocer cada rincón del mundo. Alguien que sueña con dedicar su vida a algo que ayude a este mundo a ser mejor.

Hoy quise también decir que me hace fala escribir. Que estoy aquí porque extraño tener esta vía de escape y que públicamente me propongo no abandonarlo. Primero, por el compromiso de tener un blog y no dejarlo en blanco por tantos días. Y segundo, porque no hay nada como sentarse a regar palabras libremente en un espacio que será leído por personas que tienen tal vez las mismas dudas y preocupaciones... que tal vez encuentren en estos párrafos respuestas y reflexiones para aplicar a sus vidas... que tal vez sólamente les haga distraerse un rato...

El título de este post no es nada más y nada menos un reflejo de lo que siento hoy. Sé que soy todas esas cosas que mencioné antes. Creo que conozco lo que soy y lo que no soy. Pero no sé qué tando sé y conozco lo que quiero ser. Y aunque tengo muchos años por delante (si Dios me lo permite), muchos sueños para volver realidad, no sé qué quiero ser y hacer en el corto plazo. Le temo al tiempo, a que no me alcance para hacer "todo lo que quisiera". Le temo a dejar pasar los días viviendo rutinas y viendo los árboles cambiar de color miles de veces. Soy joven pero siento que los meses pasan rápido... Entonces ese "querer ser" es en resumidas un signo de iterrogación pues aunque tengo esos sueños que me impulsan para seguir viviendo y me imagino lo que seré dentro de 20 años, no tengo muy claro cómo alcanzar esos sueños, ni lo que verdaderamente tengo que hacer ahora para realizar mi futuro soñado.

El afán me caracteriza y sé que la paciencia es el mejor remedio... así que mientras resuelvo mis dudas sobre el paso siguiente, me quedo oyendo un tango y pensando en el mito de ser y querer ser.