Wednesday, April 19, 2006

El Diablito o el Angelito: Saber Elegir

La vida se trata de saber elegir. Todo en esta vida son decisiones. Cuando uno está chiquito, debe decidir entre chitos o choquis, entre yogurt o coca-cola... cuando crece un poco más, decide si hace la tarea o sale a jugar. Unos años más tarde, ya en la etapa de los 15, decide si fuma o no, si para una fiesta se pone un vestido rosadito para seguir siendo niña o mejor uno negro para verse más grande. En la etapa del prom elige entre invitar a su mejor amigo o al niño que le gusta. En esa etapa debe decidir qué quiere estudiar...ahí decidirá más o menos su futuro, posiblemente se equivoque, pero en algún momento encontrará lo que le gusta (?). Ya en la Universidad, decide por qué área irse, si su carrera le da esa posibilidad, casi todas tienen varios ángulos... y finalmente, debe decidir qué práctica quiere hacer, escoger una empresa y decidir si le gusta lo suficiente. A partir de ahí, deberá decidir si sigue trabajando o prefiere estudiar algo más, aprender otro idioma, vivir en otro país... si se le da la oportunidad. Y si decide estudiar algo más, qué estudiar? Debe escoger los temas qué le interesan más... algunos dicen que no les gusta nada, otros dicen que les gusta todo... no es fácil.

Ya no son decisiones de yogurt o coca-cola... cada vez se ponen más difíciles y lo comprometen a uno más. Son lo que lo organizará en la vida a uno, lo que lo guiará por SU camino... y si se equivoca? Se puede cambiar en la mitad del camino?? Que se puede se puede, pero la vida es sólo una y si se "pierde" mucho tiempo, se le pasan los años y no se dio cuenta. Seguramente no perdió el tiempo porque aprendió cosas y supo definir lo que le gustaba más, eso ya es ganar...

Es una satisfacción ir encontrando su camino, enfocarse cada día más en lo que lo llena y hace feliz. Mi papá siempre me ha dicho que uno debe buscar lo que le gusta sin pensar en el beneficio económico. Yo le pregunto que entonces si uno decide ser músico o pintor, al principio se muere de hambre? Él me dice siempre que así no se debe pensar... que primero es encontrar eso que lo satisface como persona y a partir de ahí si se hace con ganas y esfuerzo, el resto viene por añadidura... será cierto? En todo caso hay que saber elegir.

Y ni hablar de las decisiones del corazón... esas no son tan fáciles de tomar porque no es sólo la cabeza la que manda, afortunada - o desafortunadamente (quién sabe?) - están también los sentimientos, que muchas veces nos llegan por impulsos y tomamos decisiones basadas en ellos, sin pensar mucho y la embarramos. Una de las cosas más difíciles de la vida es aclarar lo que uno siente. Los sentimientos nos confunden fácilmente. Uno no sabe si quiere mucho a alguien como amigo/a o si lo/la quiere más que eso... es tan difícil de medir! Dónde está la raya que divide un sentimiento del otro? Yo me sigo diciendo a mí misma que nunca he estado enamorada... tal vez sí lo he estado, pero no me he querido dar cuenta porque siempre busco razones para no estarlo, tal vez por miedo, tal vez por que no me he querido enamorar de nadie porque he preferido viajar tranquila... sólo Dios sabrá!

Entonces vivir se trata de tomar decisiones y de saber elegir. De escoger lo que le conviene a uno, de elegir cómo vivir en vez de dejar que la vida se pase sin definir un rumbo... muchas veces hay que poner en una balanza lo que le dice a uno el diablito y lo que le recomienda el angelito. Tenemos poco tiempo y cada día es importante, cada día es único, hay que vivirlo intensamente pero también responsablemente, de acuerdo a lo que uno es. Cada decisión que tomamos nos hace más "nosotros", nos vamos definiendo como personas, nos va dando carácter. Y decidir para equivocarse es parte del recorrido, no hay que tener miedo a la equivocación, pero siempre aprender de ella y querer ser mejor.

El futuro asusta, es el famoso temor a lo decsonocido. Pero creo firmemente que mientras uno construya buenas cosas, tenga buenos principios, viva deacuerdo a ellos y sepa vivir en sociedad, "el resultado" será bueno.