Wednesday, July 19, 2006

Rojo o Azul

Volviendo a mis días de "creatividad" (si se le puede llamar así a lo que escribo en este blog!!) quiero hablar de algo que siempre ha captado mi interés pero que hasta hace muy poco he logrado identificar. No es la primera vez que escribo sobre las diferencias entre las personas, ya antes he buscado clasificarlas de alguna manera... los buenos y los malos, los que se superan y los que no, los que se enamoran rápido y los que lo hacen más lento, los rojos y los azules (por no decir "negro y blanco" y que se preste para confusiones)... La única razón que encontré a mi extraño interés por saber de cuál grupo soy o de cuál son las personas a mi alrededor, es que me llama demasiado la atención que las personas puedan pensar tan diferente, que haya gustos tan distintos en el mundo, que personas a las que amamos, de las que somos cercanas, o con las que compartimos muchísimas cosas, puedan ser tan diferentes a nosotros. Pero de eso se trata este mundo, de la diversidad y la anti-uniformidad. De la variedad y la anti-monotonía. En estos días me di cuenta que el tema me gustaba más de lo normal y por la razón que sea, x o y, cada día encuentro más cosas que nos hacen diferentes los unos de los otros.

Uno comparte la vida con mucha gente y se encuentra a veces con personas que lo sorprenden, otras que lo impactan (sea para bien o para mal), otras que le enseñan, otras que le son indiferentes... en fin, muchas cosas. En ese recorrido uno camina al lado de personas afines y opuestas a uno. En mi caso me he encontrado miles de veces con personas que yo llamo "opuestas" a mí... personas mucho más extrovertidas por poner un ejemplo. Me quiero detener aquí para hacer un paréntesis porque el término "extrovertido" tiene un verdadero significado que aprendí en Francia hace poco y es que más que ser abierto con la gente, simpático y sociable, quiere decir compartir de sí mismo, abrirle a los otros la puerta para dejarse conocer... que para mí, no es lo mismo. Ser sociable no implica dejarse conocer. Uno puede ser muy querido con la gente y no compartir con ellos nada de sí mismo. Y con esto, cierro el paréntesis.

En ese sentido entonces me ha pasado que personas muy cercanas, que conocen mucho de mí y que normalmente hablan tranquilamente de sus cosas con la gente, también comparten MIS cosas! Y no es de malvadas! Puede ser información trivial, cualquier detalle tonto de la vida, pero que tal vez uno no compartiría con x persona porque no es de confianza!! Cosas como esa pueden pasar todos los días! Son formas de ser, y se entiende así, pero a veces hay choques galácticos entre unos y otros por pequeñeses como esa.

Dejando a un lado el tema de la extraversión (o extroversión, como se prefiera) paso al tema de los signos del zodíaco, que para mí tienen mucho que ver en todo esto. Los signos influencian mucho a las personas sobre todo en la manera en que éstas se relacionan con la gente. Yo he identificado diferencias en los signos (sin nombrarlos para no hacer esto tan político!) en cosas como la forma de decir las cosas, de ser directos o diplomáticos, de opinar sin medir mucho consecuencias o de pensar demasiado en los demás antes de abrir la boca, de ser inexpresivos o expresivos... Creo que es cierto que venimos de influencias astrológicas diferentes y que ellas nos rigen de una u otra forma.

¿Y qué opinan de las distintas formas de reaccionar ante las situaciones a las que nos enfrentamos todos los días? Yo (lo sé y lo acepto) todavía tengo mucho que corregir en estos temas de estrés y reacciones repentinas a situaciones difíciles. Unos nos ahogamos en un vaso de agua en unos pocos minutos, mientras otros salen a flote con 376543 ideas para solucionar el problema mientras su vida depende de un pelo! Estoy exagerndo un poco obviamente! Pero uf! Yo a presión no "funciono" bien... hay quienes sí lo hacen y los admiro mucho! Seriamente. Es algo que en la vida hay que aprender tarde o temprano... porque por ejemplo ya yo estoy viendo secuelas en mi salud "gracias" al famosísimo estrés (sí sí, tan joven y ya en esas!).

No me voy antes de añadir una curiosidad que puede sonar alocada o fantástica, pero que yo considero muy real. En cada persona hay un "no sé qué", llámelo aura, energía, luz interior, forma de ser, olor (algunos piensan que es algo físico - que va en la piel)... yo pienso que es la suma de las cosas de las que ya hablé y muchas más que hacen de cada uno esa personita única. Y ese "no sé qué" lo perciben los niños y los animales mejor que nadie. Sí señores. Puedo estar loca, pero yo lo veo clarísimo. La afinidad de los niños y los animales con las personas no es casualidad o queridura o el buen humor del momento. Es la esencia de la persona y creo firmemente que tanto un bebé como un perro o un caballo, lo pueden detectar, lo huelen, lo sienten... definitivamente lo SIENTEN. Con esto no digo que si un niño lo patea a uno quiere decir que uno es un alma negra! Ni mucho menos! Pero esa energía u "olor" en las personas está ahí y es lo que es, no hay pierde. Puede que los animales no hablen ni piensen, puede que los bebés no tengan todavía mucha memoria, puede que los niños sean los más ingenuos, pero la sensibilidad de cada uno de ellos es el doble o el triple o me atrevería a decir que miles de veces superior a la de cualquiera de nosotros... en las ideas, la memoria y los pensamientos se puede dudar, pero en la sensibilidad natural no.

Sea por los signos del zodíaco y los astros o por una razón cualquiera, somos diferentes y eso nos hace especiales, unos defectuosos, otros más sabios y superados, pero en todo caso somos lo que somos y es lo que nos hace congeniar con las energías que hay en el mundo... lo que nos permite deambular por ahí y encontrarnos con personas diferentes que tal vez (ojo, tal vez! no siempre) nos equilibren o como dicen por ahí, nos complementen. Es rojo o es azul. Pero cuando las almas van bien juntas, hacen violeta!