Thursday, August 26, 2010

I recommend this article on Corporate Social Responsibility

A Responsible BP Must Go Beyond Petroleum

Written By Aman Singh Das
Published On July 30, 2010
www.sustainabilityforum.com



As BP prepares for a major image overhaul, what can we expect from incoming CEO Robert Dudley? It wasn't Tony Hayward's lack of management skills or inept strategizing that have led to his departure, but a realization that he is, according to a Wall Street Journal report, "no longer seen as able to address one of the company's most crucial tasks:repairing BP's reputation and restoring its credibility in the critical U.S. market." So will a new CEO be able to turn the company around?

The biggest challenge for Dudley is going to be reconfiguring the company culture toward rigorous accountability. Going forward, corporate social responsibility (CSR) will have a new found meaning at BP. (For those who think of CSR as charity and community service, it is essential to note that it extends internally to aspects like a company's diversity practices, accountability standards, transparent business decisions, corporate governance, as well as promoting a healthy and safe work culture.)

For Dudley, this is going to mean re-strategizing every piece of the company's decision making process, taking a second look at the hierarchical setup in place, reintroducing checks and balances, as well as aligning final outcomes with a sense of accountability.

For a company that reports over 80,000 employees worldwide, this alone will test everything Dudley's got. Beyond Petroleum the marketing campaign was the result of a painstakingly long plan spread over years—but that's all it was, a carefully constructed marketing plan meant for external stakeholders, which suggested that CSR was at the heart of BP, but did little to show any evidence of it. Today, not only has this motto come under pressure externally, but has instigated soul searching within BP's ranks.

There are already suggestions that Dudley understands the importance and size of the task ahead. In an interview with ABC News, the oil giant's first non-British CEO had this to say: "Sometimes events like this shake you to the core, the foundation, and you have two responses. One is to run away and hide, the other is to respond and really change the culture of the company and make sure all the checks and balances are there, just to make sure this does not happen again."

While he does a good job of connecting the dots and acknowledging the necessity of cultural change at BP, only time will show whether his commitment extends beyond instilling new safety guidelines. This in no small measure depends on how realistically Dudley and gang understand that today's marketplace requires a lot more from a company to establish long term sustainability. And it starts from a basic tenet: A successful company's business model and strategy must encompass corporate responsibility in all forms—internal and external. While BP has done the external part right for many years, it will require some in-depth introspection from its management team to get the internal part realigned.

As Ernst & Young's CEO Jim Turley once put it, our professions operate on trust. And in an economy that is testing companies' survival instincts more than ever before, regaining trust will mean stepping away from a culture that promotes profits before safety and employee well being. This might become BP's biggest challenge yet.



Wednesday, August 04, 2010

El arte de renunciar

Cuando uno renuncia a su trabajo porque cree saber lo que quiere hacer en su vida, tiendo a creer que es algo más allá de una "simple" decisión. Creo que renunciar es un arte. 


El arte de tomar decisiones: son miles de decisiones que hay que tomar, miles de cosas en qué pensar antes de hacerlo y después, decidir, hacerlo y quedarse sin trabajo. Las miles de decisiones antes de lograr decidir tienen que ver principalmente con las dudas que surgen de, qué voy a hacer, y si no encuentro lo que quiero, y si no me pagan lo suficiente, y si no me gusta nada, y si me demoro mucho tiempo buscándolo, y si, y si, y si... en fin... hay tantos escenarios posibles que uno se asusta y se demora, pero al final, en mi caso, logré decidir lanzarme al agua y lo hice. Renuncié... El arte de tomar decisiones consiste entonces en tratar (porque no es nada fácil) de controlar la mente para que piense día por día y no pensando más allá, como "y qué voy a terminar haciendo en la vida", "y si me equivoco", "y si el trabajo que elijo no es lo que verdaderamente me gusta"... error. Toca es pensar, hoy voy a hacer esto y lo otro en mi proceso de búsqueda; hacerlo y punto.


El arte de tener confianza: feliz de haber tomado la decisión me llené de esperanza y de ganas. Ahí es cuando apenas empieza el proceso: de redescubrimiento personal, de reasegurarse una y mil veces que lo que se hizo fue lo mejor, de rebuscar por todas partes y en el fondo del corazón lo que de verdad uno es... Pero esa gasolinita de ganas se le va acabando a uno y depronto me vi en un momento de físico (y mental) cansancio de buscar. El arte de tener confianza es entonces, creer Y DE VERDAD CREÉRSELO que todo va a ser para bien. Entonces, me fui de vacaciones!!!!! :) Uno creería que no era propiamente la mejor decisión, teniendo en cuenta que los ingresos eran 0 pero a decir verdad, lo necesitaba y sí que lo disfruté. Era poner la mente en blanco. De nuevo con la mente. Ella es traicionera y lo lleva a uno a pensar cosas que lo intranquilizan, pero uno debe dedicarse a no jugarle ese juego y por unos días, no pensar. De pronto, cuando uno menos piensa (cuando la mente está tranquila) se le vienen a uno las ideas, los planes a seguir, la estrategia que uno va a implementar... en fin. Todo lo que uno necesita para tener un plan para ejecutar día por día. 


El arte de aceptar el proceso: antes de renunciar tenía en la cabeza que en el tiempo "libre" iba a hacer muchas cosas que me encanta hacer, principalmente dedicarme al ejercicio y a leer (a veces quisiera tener una vida paralela sólo para eso). Y sí, he hecho las dos cosas, aunque no puedo "dedicarme" a eso, porque buscar trabajo es como tener un rabajo... ocupa demasiado tiempo. Pero ha habido momentos en los que a uno simplemente se le acaba la gasolina y el empuje, entonces uno pega un frenón total y se queda enconchado, guardado en su casa, sin ganas de nada, ni de hablar, ni de leer, ni de hacer ejercicio... un poco perdido.
Entonces, ¿cómo vivir "bien" este proceso? Aceptándolo. Empecemos porque no creo que mucha gente pase por este proceso necesariamente; algunos lo viven porque la vida los llevó obligados (lo echaron del trabajo, la oficina donde trabajaba cerró, se quebró, le tocó mudarse de ciudad por alguna razón de fuerza mayor... en fin), otros porque tuvieron el coraje de tomar esa decisión y otros porque fueron muy brutos... no sé realmente en qué categoría estoy, si fue corajuda, bruta o la vida me obligó, pero tiendo a pensar que tengo un poquito de las tres. 
Corajuda, porque tomar la decisión de renunciar sin tener nada "agarrado" no es fácil. Se requiere de coraje para perseguir lo que de verdad uno quiere ser en la vida. En una charla a la que asistí sobre "la gente feliz es más exitosa" aprendí que no se trata de construir hoja de vida, se trata de SER lo que uno QUIERE ser. Puedo trabajar para esta u otro multinacional y ganarme el mejor sueldo, pero ¿SOY FELIZ? ¿Eso es lo que uno quiere realmente? Habrá quienes tienen la suerte de ganarse mucha plata haciendo lo que les gusta (me hubiera gustado ser como Rafa Nadal por ejemplo), pero la mayoría de las veces el ingreso no necesariamente es proporcional a la felicidad. Así que tuve el coraje de decidir que tenía que poner un alto en el camino y buscar "lo mío". En el proceso, me di cuenta que tenía que aprender a VIVIRLO "bien". Por un lado aprender a disfrutarlo, y por otro, aceptar que habría momentos difíciles. Y así fui viviendo el proceso. 
De pronto también fui bruta, porque cada que le digo a alguien que tomé la decisión, me dice "bueno, te felicito por tomar esa decisión, maravilloso"... pero veo en ellos la cara de "qué bruta!". Y sí, pueden tener razón, me quedé sin sueldo quién sabe por cuánto tiempo... pero lo que no saben es que viviendo este proceso me he dado cuenta de que no tenía otra opción. Primero, porque el tiempo que le he dedicado a la búsqueda y a mí, es priceless como MasterCard; no tiene precio. Y segundo, ha sido un proceso muy interesante, que no hubiera vivido con la misma intensidad y con la misma atención si siguiera en mi antiguo trabajo. He descubierto muchas cosas y aunque a veces me sentí perdida, creo que era necesario perderme para aprender algo muy valioso de esa dificultad, entender el escenario en el que me estoy moviendo y entonces, poder elegir mejor.
Y la última categoría es porque la vida me obligó, esta creo que es la que menos me corresponde, pero al mismo tiempo creo que algo tuvo que ver la vida en esto, o el destino o lo que sea. Nadie tomó la decisión por mi, pero yo estaba tan intranquila en ese momento de mi vida que las circunstancias me "obligaron" a apresurar un poco la decisión y no esperar a que todo fuera peor. La vida me dio señales claras y yo las acepté y pude tomar la decisión de irme. Así que en parte también la vida me llevó a eso. 
En cualquiera de los tres casos, por coraje, por bruta o porque la vida me obligó, es absolutamente importante ACEPTAR que la experiencia de vida ya es así y que eso no viene de la nada, hay que vivirlo como viene, con tranquilidad y sobre todo con ACEPTACIÓN. Ese es el arte de aceptar el proceso.


Con este post pareciera que ya acabé el proceso y estoy sacando mis conclusiones sobre algo del pasado. Y la realidad es que no. Todavía lo estoy viviendo, pero estoy entendiendo ya varias cosas sobre mi, sobre lo que va a ser mi carrera profesional y sobre todo, mi VIDA de aquí en adelante. Sentí que debía recolectar estos aprendizajes sobre el arte de tomar decisiones, el arte de no perder la confianza y el arte de aceptar los hechos tal y como vienen. Sentí que debía compartirlos, pues a alguien le puede interesar conocer que renunciar definitivamente ES UN ARTE.