Decir "Te Quiero"

Cuando ya no encuentras más palabras... cuando ya la curcilería está cerca de atraparte porque no encuentras en tu vocabulario una palabra menos fuerte que un "te quiero", cuando no puedes expresar lo que sientes porque no existe una palabra que lo describa exactamente... cuando quieres decirle a alguien te hace falta cuando no está, que sientes más que ternura, más que amistad... que por más defectos que tenga tu ves a ese alguien como un ser humano perfecto, lleno de cosas hermosas, lleno de cosas para darte... que te hace sentir cómodo a su lado y te da tranquilidad... ¿Qué hacer? ¿Decir "te quiero" y arriesgarte a ser el primero? o ¿no decirlo nunca y guardárselo tal vez por siempre?

Qué tan difícil es decirle a una persona "extraña" en tu vida que la quieres... cuando unos meses atrás eran sólo desconocidos, no estaban ni siquiera conscientes de la existencia el uno del otro. Es difícil... Primero, porque uno no quiere decir esas mágicas palabras hasta no "estar seguro"... pero, ¿seguro de qué? ¿de lo que uno siente? Nunca se está seguro. También es difícil por miedo a "perder el control" de la relación. Pero, ¿cuándo se tiene el control? Jamás. Uno nunca sabe qué pueda pasar cuando se trata de algo nuevo. Porque es eso justamente, algo nuevo, indefinido, impredecible.

¿Cómo saber cuándo es el momento indicado, apropiado y preciso para decirlo? Es simplemente imposible saber eso. Todo parece indicar que lo mejor es decirlo cuando lo sienta. Sin rodeos, sin pensar en consecuencias, en lo que piense el otro, en lo que pueda pasar después, en lo que eso signifique... sin buscarle mucho fondo, creo que lo mejor es decirlo sin ni siquiera pensar en uno mismo!!! Just do it, como dice Nike. Igual, a la larga, lo peor que puede pasar es que el otro se asuste, salga corriendo y lo deje a uno por siempre!! :) No! Esa no es la vida... nadie se pone bravo porque alguien le dice que lo quiere... ¿o sí? Creo que nadie se ha muerto de desamor, ni de exceso de amor.

Además, cada loco con su cuento. Yo soy de las que suelo callar... y siempre, siempre salgo perdiendo... porque me quedo con un nido lleno de palabras, que terminan quedándose ahí por siempre y nunca salen a volar y ¿quién sale perdiendo? Uno, nadie más. El otro nunca sabrá lo que uno sintió, ni tendrá la oportunidad de responder "yo también".