Monday, May 28, 2012

Fabricando Vidas

Un hombre vive como un ermitaño, por ahí, de mochila y con una casita modesta. Hace trabajos con los que se logra pagar un viaje a la India o a Camboya, pero para ir de mochila... porque eso es lo que le gusta. Así, aunque algunos lo critiquen por su estilo de vida, el hombre vive como quiere vivir. Y seguramente sabe de cosas que los demás no saben y seguramente es feliz.

Otro hombre eligió montar una empresita para tener un trabajo formal y una "estabilidad" que le permitiera costear cierto estilo de vida. ¡Ese hombre será feliz haciendo lo que hace? Tal vez sí, tal vez su trabajo sea sólo un medio y su felicidad está en tener lo que tiene y en mantener a su familia bajo un estándar de vida x. Y eso es lo que lo hace feliz. No lo sé...

Esta pequeña historia, para introducir el tema del que quiero hablar hoy: la vida se trata de ELECCIONES.

Cada cual vive su vida como le parece. Cada cuál en su tema y con su estilo de vida. La cuestión es saber elegir y ser feliz con lo que se eligió.

Algunos siguen su sueño de tener la actividad que los hace sentirse plenos, felices, en lo suyo, muchas veces sacrificando comodidades y otras cosas. Decidir ser "artistas" por ejemplo, y vivir con menos no es fácil, porque ese es -aparentemente- "el precio" que hay que pagar para poder ejercer ese tipo de actividad... Y otros, en cambio, prefieren ser abogados o trabajar en la bolsa para tener otro estilo de vida y su trabajo se vuelve sólo un medio para poder conseguirlo. Unos van aburridísimos a sus puestos de trabajo, mientras otros disfrutan plenamente su actividad diaria.


Creo que la educación que nos dieron en Occidente es, al estilo gringo, trabajar trabajar y trabajar como obreros en una fábrica de Ford para hacer miles de carros iguales para que otros obreros los compren y nostros podamos recibir un salario a fin de mes, para ir a comprar otro carro igual y con los años, una casa en las afueras, con perro y tener 3 niños.

En otras partes del mundo la cultura es trabajar en lo que a uno realmente le gusta, con lo que se siente pleno, hacer su actividad independientemente de si le da plata o no. En algunas culturas de Oriente, por ejemplo, los educan pensando en dedicarse a lo que fueron llamados, generalmente para servir a los demás, prefieren crecer espiritualmente y dejar a un lado las "comodidades" para dedicarse al crecimiento como personas y ayudar a otros a hacer lo mismo. En fin.

Creo que aunque nacimos en la cultura "equivocada", uno todavía puede escoger lo que quiere hacer en la vida. Como lo han hecho muchos. Pero hay que elegir: choices, choices, choices. La pergunta es cómo lograr el balance. Y lo importante es: que lo que escojas, te haga feliz.

1 comment:

Anonymous said...

Ese asunto de las elecciones, las vocaciones, el estándar de vida, y demás implicaciones que surgen a partir de una u otra decisión, me da vueltas en la cabeza constantemente.

La felicidad es esquiva. Alcanzamos algo y queremos otra cosa. ¿En dónde encontrarla? Muy jodido pensar eso, muy jodido llegar a una conclusión definitiva. Solo queda seguir buscando. Y como dices llegar a un equilibrio.

Saludos.