El mito de ser y querer ser

Hoy me siento a escribir sin tener un tema en mente... esto no lo hago muy a menudo, porque prefiero sentarme con un motivo, pensar sobre el tema y plasmar aquí todo lo que tenga que decir al respecto... pero hoy no es así. Hoy quise escribir sin razón, quise poner en este espacio algo de lo que soy. Simplemente. Soy alguien que sueña, que disfruta la vida, que le gusta la música, el cine, los libros... Que le encanta tener amigos, estar ahí para ellos, contar con ellos, quererlos como a una familia. Alguien que le gusta viajar y hablar idiomas diferentes. Alguien que piensa demasiado en cómo mejorar, en qué hacer para ser feliz... alguien con dudas y cuestionamientos. Alguien que se quiere a sí mismo, pero que se critica y se presiona mucho. Alguien que ama a su familia como a nada en el mundo y que la lleva en el corazón a donde quiera que vaya. Alguien que cree no enamorarse fácilmente. Alguien que prefiere el control que el descontrol. Que le gusta ponerse retos, grandes y pequeños. Que le gusta demostrarse a sí misma y a los demás de lo que es capaz. Alguien que duda de sus capacidades pero que en el fondo de su corazón confía y tiene fé sobre lo bueno que la vida le depara. Alguien que daría todo por conocer cada rincón del mundo. Alguien que sueña con dedicar su vida a algo que ayude a este mundo a ser mejor.

Hoy quise también decir que me hace fala escribir. Que estoy aquí porque extraño tener esta vía de escape y que públicamente me propongo no abandonarlo. Primero, por el compromiso de tener un blog y no dejarlo en blanco por tantos días. Y segundo, porque no hay nada como sentarse a regar palabras libremente en un espacio que será leído por personas que tienen tal vez las mismas dudas y preocupaciones... que tal vez encuentren en estos párrafos respuestas y reflexiones para aplicar a sus vidas... que tal vez sólamente les haga distraerse un rato...

El título de este post no es nada más y nada menos un reflejo de lo que siento hoy. Sé que soy todas esas cosas que mencioné antes. Creo que conozco lo que soy y lo que no soy. Pero no sé qué tando sé y conozco lo que quiero ser. Y aunque tengo muchos años por delante (si Dios me lo permite), muchos sueños para volver realidad, no sé qué quiero ser y hacer en el corto plazo. Le temo al tiempo, a que no me alcance para hacer "todo lo que quisiera". Le temo a dejar pasar los días viviendo rutinas y viendo los árboles cambiar de color miles de veces. Soy joven pero siento que los meses pasan rápido... Entonces ese "querer ser" es en resumidas un signo de iterrogación pues aunque tengo esos sueños que me impulsan para seguir viviendo y me imagino lo que seré dentro de 20 años, no tengo muy claro cómo alcanzar esos sueños, ni lo que verdaderamente tengo que hacer ahora para realizar mi futuro soñado.

El afán me caracteriza y sé que la paciencia es el mejor remedio... así que mientras resuelvo mis dudas sobre el paso siguiente, me quedo oyendo un tango y pensando en el mito de ser y querer ser.