Wednesday, January 21, 2009

Soy de Plutón

He llegado a una conclusión, y es que pertenezco a otro planeta. 

No he podido encontrar la razón por la que a veces siento que no pertenezco a La Tierra, pero sé que pertenezco a otro lugar... a galaxy far far away, como dice Star Wars. 

En la infinita búsqueda de esa razón, descubro primero, que vivir solo te hace ser solitario o más que solitario individualista. El problema es que vivir "à la individual" en un mundo conformado por una sociedad, no es la mejor estrategia; así que toca "mezclarse" con esa sociedad y el nivel de "mezcla" depende del país en donde uno esté. Latinoamérica no se caracteriza propiamente por ser una cultura muy individualista, sino más bien muy "social", tirando a metida. 

Sigo en esa búsqueda por esa línea de pensamiento, y encuentro que las ciudades donde uno crece lo moldean a uno. Ahí es donde uno tiene el primer contacto con la gente y donde aprende las "costumbres" y los parámetros sociales que debe seguir para poder convivir con las demás personas de esa ciudad. Generalmente las ciudades capitales son más frías, donde eres menos parte de un pueblo, eres casi un número, entonces uno crece siendo impersonal, desconocido, un cualquiera, uno más entre los millones... Bogotá, por ejemplo, es una ciudad inmensa, llena de cosas y de gente, de personas diferentes, con una personalidad muy independiente, donde aunque se sigue sintiendo ese toque colombiano y latinoamericano de la cotidianidad y la "gente conocida", se siente también el individualismo y la soledad. 

Voy encontrando más razones y llego a una que me gusta más o se acerca más a la respuesta de por qué me siento de otro planeta. Algunas personas que tienen la oportunidad de viajar y ver el mundo, de hablar otros idiomas y de vivir en otros continentes, de conocer gente de otras culturas y comportamientos de sociedad distintos, se vuelven como locos, cambian, se vuelven raros. No todos aclaro, dije "algunos". Lo más extraño de todo es que si uno viene de ese planeta del que vengo yo, uno se adapta fácilmente y aún estando lejos, viendo sólo caras desconocidas y costumbres nunca antes vistas, uno se abre su lugar y se siente "como en casa"... Uno se cuestiona por qué es tan desapegado... hasta el punto de sentirse traicionero de su Patria y de sus propias costumbres y enseñanzas. 

Pero lo más llamativo de todo, es que estando lejos, uno se siente más uno. Se conoce y se entiende más a uno mismo. Termina descubriendo que efectivamente pertenece a otro planeta, posiblemente a Plutón, que es aparentemente el que está más lejos de La Tierra, pero a la hora de la verdad, en China, Nueva Zelanda o Colombia, uno es esa misma persona. Rara, pero la misma.




1 comment:

Anonymous said...

Estoy de acuerdo, cuando se está solo y lejos se es más auténtico, se saca esa "berraquera" que uno ni sabía que tenía.

Saludos!