Friday, February 01, 2013

La ciudad del abandono

Por estos días que está tan de moda Santa Marta, Colombia, y no por las mejores razones desafortunadamente, quiero aportar un sentimiento que tengo desde hace unos días que tuve la oportunidad de visitar la ciudad.

Está desastrosa. Da vergüenza. No por los ciudadanos de Santa Marta, sino porque las autoridades no sé en qué están pensando o peor aún, para dónde están mirando! Resulta que los ciudadanos de Santa Marta están nadando en la basura, muchos de sus habitantes viven en condiciones verdaderamente indignas y la miseria es lo más común en sus barrios. 

Es indignante y completamente reprochable el estado del tercer centro urbano más importante de la Región Caribe. ¿Dónde están las autoridades? Qué han hecho en los últimos años los alcaldes de Santa Marta y los gobernadores del Magdalena? ¿En dónde vive el Alcalde? ¿Andará en helicóptero o en camionetas blindadas porque no se da cuenta del estado en el que está la ciudad que administra? Me pregunto si alguna vez ha caminado por la ciudad y le ha tocado esquivar bolsas plásticas que vuelan arrastradas por la deliciosa brisa constante que tiene esa zona costera. O si ha cruzado -por carretera- la montaña que la separa del corregimiento aledaño de Taganga. Para ir allí uno tiene que atravesar un barrio que se llama Pescadito, donde comentan los nativos que nació "El Pibe" Valderrama. Pues ¡Oh Pibe!... déjame decirte que ese barrio está en un estado lamentable de sucio, desbaratado, sus calles llenas de huecos, basura y pobreza. Verdadera miseria. 

Pero no es sólo Pescadito... basta con caminar por los alrededores de la Alcaldía, el edificio espectacular desde donde deben haber despachado todos los respetados Alcaldes de la ciudad... Creo que sólo tienen que asomarse por la ventana para ver la basura arrumada por el viento contra alguna pared en cada esquina, la suciedad de sus calles... Se siente uno en un pueblo olvidado, sucio e indecente. Y resulta que a dos cuadras de la Alcaldía, están las únicas dos calles a las que se les ve algún desarrollo, a donde toda la ciudadanía con poder adquisitivo y con poder de opinión va a comer en las noches de fin de semana; callecitas que por un instante parecen la ciudad vieja de Cartagena, con restaurantes y en la época navideña con los parquecitos y los arbolitos iluminados. Pero a media cuadra de ahí, vuelve el basurero en las calles y la gente ahí, conviviendo en medio de la basura, como si nada. Se acostumbraron a vivir en medio de la suciedad, los animales silvestres y la porquería. Por que nadie les ha dicho que así no es. Que no tienen que vivir así. 

Y cuando uno llega al alto de la montaña y empieza a bajar y comienza a asomarse la bahía de Taganga, se ve hermoso desde esa altura. Una bahía con casitas, luces, el mar tranquilo, se alcanza a oír alguna música alegre. Uno diría que está en Grecia. Pero llega uno abajo y se encuentra con un panorama vergonzoso. La basura nuevamente pasa rozándole a uno las orejas, perros y gatos callejeros hambrientos y sucios por todas partes y la playa sucia. El desarrollo de restaurantes es precario; nos cuentan los nativos y extranjeros que se han ido estableciendo allí (buscando una vida relajada al lado del mar, y seguramente aventuras, marihuana y quién sabe qué más) que el agua potable llega a Taganga dos veces por semana. Estamos a 10 minutos de Santa Marta!! La CAPITAL del Magdalena!! Por Dios!!
 
Y lo más curioso es que Santa Marta tiene un puerto, tuvo en su época un turismo ordenado a la altura de Cartagena, sigue teniendo millones de visitantes cada temporada alta que vienen de todas partes del interior del país: había carros de Bucaramanga, Bogotá, Medellín, Pereira, Barranquilla, Ibagué, etc... más todos los que viajan en avión y en bus. Eso sí, al Rodadero no le cabe un alma. A las playas de Taganga y del Tayrona no se les ve un espacio, el gentío es impresionante. ¿Pero entonces, uno se pregunta, qué se ha hecho toda la plata que le ha entrado a Santa Marta por el turismo? Si se viera, tendría la ciudad una infraestructura sobrada y unas condiciones de vida dignas para sus ciudadanos. Eso es lo más triste. Que es la gente la que paga. Y el potencial está ahí, pero es deplorable, lamentable e inaceptable el estado de la ciudad.

Algunos se lo atribuyen a "la cultura" costeña, de pescadores y relajada. Puede que sea más difícil sacar adelante ciudades costeras por las características de su cultura, pero es que ésta parece que la hubieran dejado estancada y olvidada desde 1972. No lo entiendo. 

Me gustaría preguntarle al Gobernador del Magdalena y al Presidente de la República, cuál es la rendición de cuentas que le han pedido a sus últimos Alcaldes. Cuál era el plan de desarrollo de la ciudad y dónde se ha invertido la plata, porque no se ve por ningún lado. Tal vez esté enterrada en el mar, en el puerto o en los 3 hoteles que quedaron. Porque realmente no se ve. 

2 comments:

Anonymous said...

Hace mucho no voy a Santa Marta, siempre la he preferido a Cartagena. El panorama que describes es descorazonador, ¿qué carajos pasa?
Al parecer somos pésimos votando. No sabes lo duro que me dan esas cosas. Se me van acabando las esperanzas de tener un país digno alguna vez.

Saludos.

Unknown said...

Jugodemaracuya, no te angusties que algo podremos hacer por este país... tiene TODO el potencial, y todavía hay gente buena. Esto sí, tenemos que unirnos y trabajar por más él.