La Torre Eiffel se esfumó

Esta mujer a veces es muy despistada... pues en uno de sus despistes se encontró con un milagro, una ilusión óptica, un espejismo.

Tenía que salir hoy muy temprano. Eran las 6:40 am y el sol no había iluminado la ciudad todavía. Tenía que ir a una dirección a las afueras de París, a la calle Bellini. Pero porque mi vida es así, existe una calle Bellini que queda dentro de París. En el despiste, fui a la que queda en París, c'est ma vie! En el camino, tenía que bajarme en la estación Trocadero, que algunos conocen como la estación donde está la mejor vista de la Torre Eiffel. He estado en ese lugar en repetidas ocaciones: a diferentes horas del día, en climas cálidos, fríos, helados, insoportablemente calientes... cuando hace sol, cuando llueve, cuando está gris... de día, de noche... en fin, pensé que lo había visto todo. Pero hoy... hoy ví algo que estos ojos jamás habían visto. Y creo que pocos lo han hecho. La atmósfera era la siguiente: estaba totalmente oscuro, un poco extraño pues ya eran las 7:30am pero parecían más las 7:30pm, la gran diferencia era que París parecía inmersa en una inmensa nube, el ambiente decía que la noche estaba por acabar pero el sol no estaba ni cerca de salir. La niebla no dejaba ver más allá de 200 metros. Busqué LA TORRE. Sabía que no estaba iluminada, pues no era hora ya para que estuviera prendida... depronto, vi unas cuantas lucesitas que iluminaban dos de sus tres pisos, los dos más cerca al suelo. Era una ilusión óptica, como si fuera un cuadro en el que al pintor se le olvidó pintar de la mitad para arriba. No había punta! Estaba cubierta por una capa de noche, de nube, de algo!! No se veía!!! No está! Se esfumó la mitad! No existe! Ni siquiera se veía la silueta! No hay Torre!! No puedo describir mejor lo que vi... y no, no tenía una cámra!!! No sé si era la hora temprana, la pesada nube que tenía encima, la iluminación tan extraña a esa hora o la imagen que tenía al frente, pero me pasó por las venas una sensación fuera de lo común. La famosa Torre Eiffel, que siempre ha tenido todo mi respeto y admiración, me hizo alucinar una vez más.